
Es un atentado a la libertad de sentirse melancólico venir a trabajar en un día como hoy, nublado, frío, lluvioso. Pero tengo que hacerlo o no como. Además, desde hace algunos meses, padezco un terrible sentido de la responsabilidad, irreconocible en mí. Incluso a mis momentáneos alumnos he llegado a tomarles cariño.
Son los efectos colaterales del amor, supongo.
Hace tres años hubiera sollozado en un día como éste y me lamentaría por la desastrosa realidad del mundo.
Hoy el mundo es más caótico que ayer y sin embargo tu recuerdo dentro de mí me abriga. Miro las nubes más negras que había visto y, sin embargo, sonrío.
7 comentarios:
solo con ver la foto me deprimi, el hecho de terminar con mi novio creo que me afecto mucho...
Y si... hemos cambiado a hace 3, 4 o 5 años... usted ya no es mismo jugando futbol y se ha vuelto hombre responsable...
Esa es la señal mi querido Pez, de que uno ha madurado, las cosas se ven desde otro punto de vista e incluso hacemos lo inimaginable, lo mismo me ha pasado a mi...
Pero me pregunto... ¿cómo madura un Pez... cómo se si el pez que me estoy comiendo era un jovenzuelo o un adulto ya?
Jejeje... mmm... ando de simple :-)
Saludos y besos!
Es increíble lo que el efecto del enamoramiento provoca en nosotros. Me gustó mucho tu post!
Oh, pez, esa melancolía parece ser contagiosa en estos días..el clima está en contra! Pero que bueno que tienes un recuerdo abrigador! Saluditos!
muchas gracias por pasar a visitarme...eres bienvenido cuando gustes. Tu blog me parece maravilloso.
Y me parece, al final, que estás creciendo...
un abrazo...
upsss a mi la tarde lluviosa se antoja para un chocolatito....las noches para estar abrazadita de quien mas quiera¡¡¡ es cuando envidio a quien tiene su pareja...upsss...te digo de los dos que tengo no hago uno...jejejejje bueno de los posibles dos....jajajajjaja
gracias por pasar a mi blog
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