Tríptico

CUERPOS Y PALABRAS

Buscas un amor de excelente ortografía
y yo me canso de las palabras al aire
Me pides más verbos y que mis manos hablen menos
Te pido una tarde, un aliento
Tu cuerpo

HERIDAS DE MAÑANA

Una tarde después
Nos sentaremos en una banca distinta
Habrán caído más lluvias
Otros nombres se escribirán junto al nuestro
y otras lágrimas
Pero seguirán nuestros oídos atentos
y el corazón abierto
Sanaremos nuestras heridas respectivas
Y tal vez al ponerse el sol
Nos vayamos de nuevo
como antes
Riendo

NATURALEZA

Siendo niño, en la primaria, había un compañero de clases que se comportaba ridículamente y hablaba cosas estúpidas. Todos le llamábamos “el nopal”. Más tarde conocí personas de quienes la gente decía, por su fortaleza de carácter y su temple: “es un roble”.
Ahora tú, como semilla de un diente de león impulsada por el viento, huyes y me ignoras. Y yo me siento como un sauce, de ésos que lloran.

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VOCALES



Quiero hablarte, desbordar tus oídos, colmarte de palabras. Voy a ahondar en las vocales; a aspirar la A de tu cabello, a profundizar en la O trémula de tus besos, a dibujar una U sobre tu cuello. Voy a oxigenar las consonantes y, con un respiro eterno, recorrer el alfabeto de tu cuerpo. Voy a desterrarte del País de los Silencios; te llevaré a nadar donde las olas griten al océano y haremos día de campo donde silbe el viento. Platicaremos donde las rocas hagan eco. Y te hablaré del aire, del mar, de la tierra, de las estaciones, de carruajes tirados por caballos, de los autos, los aviones, de los trenes y las carreteras; te hablaré de alas y senderos, pues en cada palabra que te escribo viaja un beso.






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Poema invitado

LA GUERRA

Qué es la guerra sino una lucha contra todos y contra nadie al mismo tiempo, porque en realidad a quien quieres aniquilar es a ti mismo.

Porque tu guerra es interna, contra tus miedos, tus frustraciones y tu orgullo invencible.

¡Te crees vencedor porque tu oponente no te da pelea o te enfurece que no le interese hacer guerra!

A veces hay guerras de ideas o filosofías. Incluso hay guerras que le dan sabor a ciertas cosas.

¿Pero qué pasa cuando las guerras hieren o matan? Matan gente, seres, ilusiones y a lo único que mueve al mundo: el amor.

Si mi guerra mata tu amor, no volveré a luchar y me convertiré en suicida.

La Abeja Poeta

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