Un día este pez aprendió a respirar fuera del agua, conoció el mundo y pensó que podía ayudar a otros a remendar sus almas de peces.
Tarea casi imposible, pensó al principio. Lo intentó varios días y muchos más se cansó de intentarlo.
Pero un día descubrió que al ayudar a curar las almas de otros, también estaba sanando la propia.
Ahora habita aquí:
medicodelalma.blogspot.com
.
jueves, 8 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)