martes, 28 de agosto de 2007

De la lujuria




















Quiero encaramarme a ti
La mirada como sol de mediodía
La lengua que inicie terremotos
El pecho, hecatombe oceánica
Mis brazos procurando resguardo a las mareas
A mi ombligo, arremolínense rachas ciclónicas y centellas
Las piernas, febriles maderos enraizados en deseo
Cuerpo ardiente, desde la tierra y el cielo a
mi sexo, torrente de fuego, isla de volcanes desbordados que fecundan los incendios

miércoles, 22 de agosto de 2007

Día nublado






















Es un atentado a la libertad de sentirse melancólico venir a trabajar en un día como hoy, nublado, frío, lluvioso. Pero tengo que hacerlo o no como. Además, desde hace algunos meses, padezco un terrible sentido de la responsabilidad, irreconocible en mí. Incluso a mis momentáneos alumnos he llegado a tomarles cariño.
Son los efectos colaterales del amor, supongo.
Hace tres años hubiera sollozado en un día como éste y me lamentaría por la desastrosa realidad del mundo.
Hoy el mundo es más caótico que ayer y sin embargo tu recuerdo dentro de mí me abriga. Miro las nubes más negras que había visto y, sin embargo, sonrío.

miércoles, 15 de agosto de 2007

CÚRAME

A la mujer que me hiere y me cura

Cúrame de las noches sin luna y con el sueño en vela.
Cúrame de las estrellas que estallan en la lejanía; y de los cometas que no vuelven,

Cúrame del nihilismo en los días de asueto y de los mediodías en cama.
Cúrame de los rituales frente a un televisor indestructible; y de esta muerte apresurada del alma, cúrame.

Cúrame los sentimientos perdidos en abismos y los conservados en vacío.
Cúrame de percepciones fantasmales a la hora del amor; y del frío penetrante de la soledad,

Cúrame este exceso de fe sin argumentos y este deseo ajeno a la praxis.
Cúrame el vicio de existir sin besos; y de la adicción a la melancolía, cúrame.

Cúrame la carne febril alucinando lechos y enloqueciendo en un hotel desocupado.
Cúrame estas piernas cansadas de andar parques desiertos.
Cúrame estos brazos que no llegan a otros brazos.
Cúrame estos labios que no van a ningún lado.
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jueves, 9 de agosto de 2007
















El Beso

De este poema sólo tengo el título
Voy a terminar de escribirlo sobre el blanco de tu piel