Película en color sepia
Supongo que vio pasar ante sus ojos, como una película en color sepia, escenas de su vida. Que nació en incómoda cuna pero fue protegido ferozmente por su familia; que probó sabrosa comida, tuvo amigos y emocionantes aventuras; que hubo mucho y buen sexo.
Supongo que vio pasar ante sus ojos, como una película en color sepia, escenas de su vida. Que nació en incómoda cuna pero fue protegido ferozmente por su familia; que probó sabrosa comida, tuvo amigos y emocionantes aventuras; que hubo mucho y buen sexo.
Rió, lloró, amó y fue amado (lo primero con mayor frecuencia que lo segundo) y varias veces creyó que fue feliz.
Pero todo eso terminó hace tres noches en un accidente carretero. Hoy volví a pasar por aquel crucero y el perro seguía allí, muerto, con la panzota inflada y las patas tiesas.
5 comentarios:
lamentablemente asi es... nunca nos ponemos a pensar k los perros o cualquier sere vivo, siente, ama, rie, llora y nosostros los humanos nos sentimos los amos del universo...
gracias por la visita
Saludos
linda foto! feliz viernes
A veces me pregunto que clase de animal seré yo...
Yo que veo pasar mi vida en tonos violeta durante las madrugadas en que no consigo armar puentes con las palabras que escribo.
Tal vez, en un tiempo (no se cuanto) termine como mis días -y noches- parecida al protagonista de tu texto, con la mente inflada y el alma tiesa.
Un placer regresar la visita.
Un abrazo que celebre la coincidencia.
Que suerte la del perro. Algo humana diría yo.
Nos seguimos leyendo ;)
Cuando lo leí me di cuenta cuanta similitud hay entre la vida de un perro y la mía, sera por eso que los amo?
Publicar un comentario